Carnaval

Preparamos la fiesta de carnaval, con mucha ilusión, vestidos de gladiadores americanos, hemos cosido los trajes con mucho amor.

Este serventesio (¡hala! no sé si es, pero queda que te cagas) lo acabo de componer ahora mismo, sobre la marcha. Y es que es verdad, vamos de gladiadores, y nos lo estamos currando mucho, y la verdad es que mola a saco. Ya tenemos los palos, que es lo característico del disfraz. Mañana a ver si encontramos un huequín para hacernos lo que es el resto de la ropa, que habrá que decorarla en plan bandera americana o algo, ¿no?

Hoy no he podido hacer mucho del disfraz, porque hemos ido de excursión a una planta de cogeneración (bueno, planta, porque queda bonito llamarla así...). Es mi primera excursión didáctica desde que estoy en la escuela, que ya es un logro. Me ha gustado, y he aprendido cosas, como que no vale para nada, y que no lo pongas en tu casa que es caro y no sabes si lo vas a amortizar. Pero vamos, que igual era por acojonarnos, a lo mejor sale muy rentable y nos dice el tío que no, para quedarse él con todas las instalaciones y hacer el negocio del siglo. Pero no, no tenía pinta...

En fin, un día curioso, he aprendido mucho, tanto en la excursión como en la apasionante clase de prácticas de conmutación que he tenido luego. A ver si mañana hacemos las prácticas que podamos y nos las vamos quitando de encima, que luego se amontonan y son un coñazo.
Bueno, y ya, después de rematar el día con una sesión intensiva de costura chapucera (tampoco me voy a dejar la vista por coser foam al palo de los gladiadores, que me va a durar una hora como mucho), creo que llega la hora de irse a dormir, que sueño hay bastante. Tengo la duda de si conseguiré levantarme mañana para clase, que es el día duro; sólo tengo una hora. Ya hay que tener fuerza de voluntad, ¿eh? ¿La tendré?